El ser humano como valor y preocupación central

Nada está por encima del ser humano, y que ningún ser humano esté por encima de otro

Nuestra ceremonia de reconocimiento subraya este ideal al afirmar: “Consideramos al ser humano como máximo valor por encima del dinero, del Estado, de la religión, de los modelos y de los sistemas sociales”. Esto no solo refuerza la primacía del ser humano, sino que lo posiciona explícitamente por encima de cualquier estructura o concepto.

Una persona antes que nada, antes que cualquier cosa es un ser humano. Antes que profesor, alumno, médico, ingeniero, sicólogo, obrero, etc. es sin duda un ser humano. Sin embargo este sistema inhumano permanentemente nos hace creer que hay personas mejores que otras, basándose en qué tipo de carrera tienen, cuanto poder o dinero poseen, o cuanto aparecen en televisión. Así las cosas, ingenua o desprevenidamente hemos terminado creyendo que si no tenemos dinero o una posición social, o no somos famosos, no valemos nada.

Esta triste mirada es propia de un sistema que pone como máximo valor al dinero. Necesitamos corregir tan antigua mala intención, descubriendo lo humano que hay en nosotros y en la gente que nos rodea, para obrar desde allí y no desde ningún valor externo.

Además, implica el compromiso de “trabajar por el mejoramiento de la vida de cada uno y por el mejoramiento de la vida de nuestro prójimo”, demostrando la aplicación práctica de esta valoración central.

+ posts
Scroll al inicio