El método permite de una manera ordenada y simple encarar y comprender cabalmente problemas, al par que actúa como herramienta de transformación del que investiga y del mundo que lo rodea. El método procede siempre en tres etapas.
En la primera etapa se estudian los elementos que componen al objeto que nos interesa.
En la segunda etapa se estudian las relaciones inmediatas que el objeto tiene con otros.
En la tercera etapa se pone al objeto en proceso, en movimiento, comprendiendo de dónde procede y hacia dónde va.
Estos tres tiempos son de: Diferenciación, complementación y síntesis.
Para manejar las tres etapas del método basta tener en cuenta las leyes universales explicadas anteriormente.
Si el investigador estuviera preocupado por investigar el proceso productivo de una fábrica por ejemplo, debería: 1º Comprender como está compuesta desde el punto de vista productivo; 2º Relacionar la fábrica con el sistema productivo general de esa zona, región o país, es decir con las otras fábricas y con la base productiva; 3º Finalmente, poner a esa fábrica en “movimiento”, es decir cómo se originó, cómo se desarrolla y hacia dónde se encamina, teniendo siempre en cuenta las leyes universales explicadas anteriormente.
En el ejemplo que nos ocupa, si bien la fábrica aparece como nuestra preocupación principal, no podemos desconectarla del sistema general en el que está inmersa. Así, si bien es un caso particular, su destino está ligado a todo el sistema productivo de esa sociedad o “sistema” al que pertenece.
Supongamos ahora que la investigación se refiera a un determinado proceso histórico o al estudio del hombre. Los pasos metódicos serían iguales, pero cambiando lógicamente los objetos. Por otra parte, debe tenerse en cuenta la amplitud del estudio, es decir, podemos realizar los tres pasos con la fábrica, pero luego podemos reducir la amplitud y estudiar alguna parte de la fábrica o a la inversa, aumentando la amplitud estudiar a todas las fábricas de ese ramo productivo y considerarlas a todas como un solo objeto.
Lo último que explicamos referido a la “amplitud” se parece a la visión más amplia o estrecha que se tiene de objetos o territorios vistos en distintos mapas, en distintas escalas. Es evidente que una misma ciudad en una escala, aparece llenando todo el mapa, pero en otra escala aparece sólo como un punto entre otros puntos (ciudades) en un gran mapa.
El método referido a la acción concreta permite no sólo entender problemas, sino que da las pautas del accionar. Si nos referimos a la revolución social, el método nos permite comprender las fisuras del sistema al tiempo que aclara cómo profundizarlas y hacia dónde se puede orientar la acción revolucionaria.
Las leyes por otra parte, nos dan los grandes esquemas de interpretación que deben ser aplicadas al mismo campo. Vale lo dicho para el terreno de la cultura y para el hombre mismo como sujeto en transformación que puede perfeccionarse, evolucionar e incluso revolucionarse síquicamente.
Nota : Las Leyes Universales y el Método son extraídas del libro Siloísmo (Doctrina, Práctica y Vocabulario)
H. van Doren, 1972
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