Alentamos toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.
Para nosotros el conocimiento debe tener una dirección evolutiva: “El dolor y el sufrimiento que experimentamos los seres humanos retrocederán si avanza el buen conocimiento, no el conocimiento al servicio del egoísmo y la opresión”.
Este conocimiento es descrito como camino hacia “la justicia”, “la reconciliación” y la capacidad de “descifrar lo sagrado en la profundidad de la conciencia”. Asimismo, se promueve la “libertad de pensamiento”, condición esencial para superar los prejuicios de todo tipo.
Los puntos de mayor desarrollo del conocimiento se produjo en la integración de los pueblos y en los centros de traducción, un ejemplo fue la biblioteca de Toledo, ya que el que traduce debe abrir su mente a nueva ideas, a nuevas formas de ver el mundo.