Si un animal pudiese despertarse solo por un instante, y viese a un humano… se fascinaría.
SILO 2003
Lo humano.- Uno vive en un animal que se alimenta, pero lo humano no es animal y trata de expresarse, es como si lo humano fuera la entrada de otro plano, como la entrada de otro mundo a éste.
A veces no captamos (por idioteces) que lo humano está en nosotros…, eso Humano mío y lo Humano del otro. A veces tratamos al otro y a uno mismo como objetos. Es como “una perla”, hay que rescatarlo porque no alcanzamos a percibir el fenómeno humano. El tratar de desempolvarlo y darle preponderancia es una maravilla. Cosificamos nuestra esencia humana y así nos convertimos en seres de este mundo, nada más. Y este otro aspecto (lo Humano) es lo que conecta con otro mundo. Apostamos mucho a lo corporal, a lo consumista, lo ocasional de satisfacción animaluna, sin ser peyorativo.
A través de lo mineral, lo vegetal y lo animal, también se expresa ESO.
Lo humano se expresa a través de todo. Nosotros podemos percibir la chispa de lo humano, es una chista trascendente, hay que reconocerlo. El reconocimiento es un estado. Hay que separar el trigo de la cizaña, no hay que empastar, no hay que enfrentarse al bien y al mal, no hay que reprimir nada (mundo, demonio y carne) … es un lío. Hay que trabajar en complementación.
Cuando parta el “bicho”, el cuerpo y el doble se quedan aquí porque son de este mundo, y el Otro parte al mundo que le corresponde.
Si quieres liberarte tienes esa opción.
En definitiva hay cosas muy interesantes para estar enfrascados en un mundo jodido y “¡¡¡hay unas maravillas tan cercanas!!!”, que te están llamando a gritos y uno está enfrascado en otras cosas y eso es por la concepción que tenemos de que lo humano es animal y al otro lo puede utilizar como un objeto. ¡¡¡Lo Humano es una cosa extraordinaria!!!
¿Qué es eso de lo humano? ¡Es increíble! Pero nadie se queda fascinado al ver a un ser humano, sobre todo cuando ese ser humano tiene “una chispa”. ¿Cómo es que se produce ahí?, ¿cómo se le ocurre?, ¿qué pasa para que se sienta con esa inspiración? Es cuestión de observarlo. Está todo tan aplanado que no tenemos conciencia de nosotros mismos.
Si un animal pudiese despertarse solo por un instante, y viese a un humano… se fascinaría.