Como muchos colombianos, los humanistas pensamos que es momento de movilizarse, de hacer algo para que pare la guerra. Por eso el pasado 4 de febrero, decidimos que lo más adecuado era acompañar a los familiares de las personas secuestradas en el acto que se hizo en la iglesia del Voto Nacional en el centro de Bogotá.
La movilización del 4 de febrero convocó millones de personas en todas las ciudades, sin embargo su sentido fue muy controvertido, si bien la gran mayoría marchó para repudiar el secuestro, muchos aprovecharon el acto para convertirlo en un espaldarazo a la gestión del presidente Uribe.
Las FARC en más de 40 años han cometido muchos crímenes y los siguen cometiendo, como humanistas no podemos menos que repudiar sus métodos de acción. Pero no podemos limitarnos a repudiar una sola forma de violencia. Colombia es víctima hoy de múltiples actores armados y nuestro repudio es unánime para todos y no aceptamos que en la barbarie de unos se justifique la sevicia de otros.
Según las investigaciones de las ONGs y del mismo gobierno en Colombia la guerra produce cifras que asustan:
- Entre 2002 y 2005 fueron secuestradas 4.560 personas, el 50% de ellos por los la guerrilla, el 40% por delincuentes comunes y 10% por los paramilitares
- Entre diciembre de 2002 y diciembre de 2006, fueron asesinadas o desaparecidas 3.050 personas por los grupos paramilitares, que ya estaban en negociaciones con el gobierno. En el mismo lapso la guerrilla asesinó 1.588 personas fuera de combate
- Otros 1200 civiles fueron asesinados fuera de combate por agentes del estado colombiano, en el mismo período
- Entre diciembre de 2002 y diciembre de 2006 murieron 1.324 mujeres, 1342 jóvenes y 678 niños y niñas como consecuencia dela violencia sociopolítica.
- Al menos 3 millones de colombianos y colombianas han sido desplazadas de sus lugares de origen por amenazas de los grupos violentos
- En promedio en Colombia son desaparecidas 448 personas cada año
- Entre enero de 1991 y diciembre de 2006: se asesinaron 2.245 sindicalistas, a 3.400 se les amenazó y 138 fueron desaparecidos.
Las estadísticas muestran que las FARC cometen muchos crímenes que afectan a mucha gente en Colombia, pero también los cometen los paramilitares e incluso con frecuencia las fuerzas del estado.
Mucha gente criticó la movilización por diversos motivos, porque su mensaje era ambiguo, porque una marcha no cambia para nada la situación. Esas críticas no dejan de tener razón, pero lo más importante es que la gente salió porque lo sintió de corazón. Sin embargo, no hay que olvidar, como dice Silo en su poética menor que el sentimiento correcto combinado con el pensamiento incorrecto produce la estupidez.
La acción noviolenta es el camino, solo en la medida que actuemos en ese sentido podremos de verdad superar el desastre de la guerra, se debe actuar de corazón, pero la acción únicamente de corazón es fácilmente manipulable, es necesario ponerle algo de cabeza.