«Patricia Troncoso resuena en todo el planeta, acaba de llegar una noticia desde Praga con una manifestación frente a la embajada de Chile y así se están multiplicando muchas otras.
¡Convoquemos a las artistas, a las poetas, a las diosas, a las guías, a la buena gente, a las niñas, las barredoras, las mujeres de piel y perfume de liberación, la brisa, las nubes, las ventanas, las montañas¡¡¡ Que verdaderamente se abran las alamedas. La poesía, la rebelión, la No Violencia Activa, la unidad por sobre los decretos; la humanidad por sobre la gobernabilidad; la revolución por sobre el conformismo cobarde; la vida por sobre la muerte, que sobra muerte y falta vida; que la vida reclama su espacio en tu alma».
¡Como cambiaría nuestro país si todas fuésemos Patricia¡¡¡¡¡ si creyéramos con tu misma convicción que un cambio favorable para todo nuestro pueblo se puede lograr con tu valentía a tal punto de entregar la vida.
Sin embargo, peligrando tu integridad física gravemente, no escucho a los defensores de la vida pronunciarse, al contrario un silencio carnavalesco se tiende sobre tu tragedia que también es la nuestra, nuestra tragedia marcada por el olvido, la anestesia de amor por los ideales, la tragedia de un país hipnotizado por los éxitos que otorgan los índices macroecómicos, mientras morimos lentamente cómplices de la violencia y la intolerancia.
Me pregunto, por qué las mujeres no hemos tenido la nobleza, como en otras épocas, de convertirnos en tus compañeras; solidarias, recíprocas, fieles. Fieles a una causa justa como es la tuya. ¡Hasta cuando¡¡¡¡ Hasta cuando cada una en su nicho, en su atomización, creyendo en la parafernalia mediática, en conformarnos con un mendrugo de comodidad, entregándole más poder al poder, que mientras más puede más nos somete.
Se han ensañado contigo los 500 años de «conquista», mientras nuevamente vendemos dignidad a cambio de espejitos, vendemos honorabilidad por guijarros, vendemos a los pueblos originarios con las patrañas del respeto a las diversas etnias y nos denominamos multiculturales mientras consumimos artesanías, pero que no reclamen sus tierras, que no reclamen su raza, que no reclamen sus derechos, que no reclamen autonomía. Que no se note cómo sufres y mueres implacablemente.
¿Habrá luna llena para ti?;… «Traigo luna para su jardín»… ¿Sentirás rozar el viento del sur en tus mejillas?; ¿Tu sacrificio se convertirá en pétalos danzantes?; ¿Podrás mirar la puesta de sol en tus bosques? Y el mar lavará tus lágrimas rebeldes?
Tendida inerte con auxilio endovenoso, creo que más bien sobrevives para auxiliarnos por nuestros errores sustanciosos.
Paradojalmente, tu nombre está asociado a quienes gozaban de todos los derechos y poseían todas las tierras, ahora esa es tu lucha. Patricia Troncoso resuena en todo el planeta, acaba de llegar una noticia desde Praga con una manifestación frente a la embajada de Chile y así se están multiplicando muchas otras.
¡Convoquemos a las artistas, a las poetas, a las diosas, a las guías, a la buena gente, a las niñas, las barredoras, las mujeres de piel y perfume de liberación, la brisa, las nubes, las ventanas, las montañas¡¡¡ Que verdaderamente se abran las alamedas. La poesía, la rebelión, la No Violencia Activa, la unidad por sobre los decretos; la humanidad por sobre la gobernabilidad; la revolución por sobre el conformismo cobarde; la vida por sobre la muerte, que sobra muerte y falta vida; que la vida reclama su espacio en tu alma.
Patricia, noble Patricia, con humildad admiro tu decisión y con fé pido por tu vida.
Livia Grácola Leiva
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