Las mujeres han hecho una revolución en los últimos 150 años silenciosa, estoica y noviolenta. El mayor logro de esa revolución es que ser mujer ya no es sinónimo de ser hembra (en el sentido reproductivo), las características de esta transformación social con muchos significados y símbolos que permiten mirar al futuro con esperanza y alegría.
En la primera época (desde el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX) se pueden ver dos grandes tendencias.
– La primera son las sufragistas que buscan el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres.
– Las segundas son las trabajadoras que luchan por «a igual trabajo, igual salario»
En la segunda mitad del siglo XX la entrada masiva de las mujeres al mercado laboral y el desarrollo de los métodos de control de la fertilidad permiten que las mujeres adquieran una independencia y libertad nunca antes vista: independencia económica y libertad sexual.
Con todo esto la feminidad se independiza de la maternidad. Si bien sólo las mujeres pueden parir, no todas las mujeres están obligadas o condenadas a ser madres.
Las mujeres han desarrollado múltiples formas de ser en el mundo, múltiples y complejas expresiones de la feminidad.
Si bien hasta los años 70s la reivindicación feminista se basaba en la búsqueda de la igualdad y logró plantear muchos elementos de reivindicación y lucha social (feminismo de la igualdad), sobre esa base, las feministas más recientes empiezan a reivindicar la diferencia, lo especial que las hace mujeres (feminismo de la diferencia).
Uno de los conceptos más importantes que aporta el feminismo es el concepto de género. para las feministas el género es la construcción social que se hace desde los sexos, basada pero no necesariamente dependiente de lo que se tiene en medio de las piernas.
Conceptualmente la idea de género revoluciona los conceptos que se tienen sobre los seres humanos, no necesariamente características como la fortaleza o la valentía tienen porque ser masculinas, ni la ternura o la delicadeza son femeninas.
Al reconocer el género como una construcción es posible reconocer que los modelos de género son unos estereotipos que no necesariamente existen en la vida real. Como consecuencia de esto se puede afirmar, por ejemplo, que todos los seres humanos tenemos una parte masculina y una femenina o que no necesariamente los hombres son más altos que las mujeres y muchas cosas más…
El concepto de género toca también el tema de la sexualidad, la idea que el sexo es algo normalizado, bipolar y orientado a la reproducción se relativiza a entornos culturales concretos, no tiene que ser algo natural. De hecho, el análisis de género lleva a la conclusión que la sexualidad humana es en general una construcción social y no algo natural.
De lo anterior se abre la puerta a la diversidad sexual, otra dimensión y tema complejo pero que gracias al acumulado social y conceptual que ha generado el movimiento de mujeres.
Entonces es gracias a las mujeres que se abren espacios que antes eran impensados para múltiples minorías.
¿Qué es lo que a transformado esta revolución?
1.- Cambia el modo de vivir de toda la humanidad.
2.- Da fuerza al concepto de «Noviolencia» y lo pone en práctica desarrollando una revolución que avanza con suavidad.
3.- Congrega a una diversidad de movimientos sociales que sólo en perspectiva histórica se pueden ver como uno solo.
4.- Acuña el concepto de género e independiza el sexo de la maternidad.
Seguramente lo por caminar aun es mucho, pero lo caminado da la fuerza para continuar, gracias a nuestras madres, nuestras hermanas e hijas se avanza con paso seguro a un mundo más humano.